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SÓLO CIENCIA

Día Mundial del agua

Día Mundial del agua

En 1.993 la UNESCO fijó la celebración del Día Mundial del Agua el 22 de marzo. Se pretendía con este evento anuar conciencias sobre la necesidad de gestionar correctamente un bien tan necesario para la vida y tan politizado en los últimos tiempos como el agua. En esta ocasión, se quiere llamar nuestra atención acerca de los recursos hídricos que cruzan fronteras y unen los pueblos. Sirva este dato como ejemplo: en el mundo hay 263 cuencas y lagos transfronterizos que se extienden a través del territorio de 145 países, cubriendo cerca de la mitad de la superficie terrestre de la Tierra. Por otro lado, grandes depósitos de agua dulce transitan en silencio por debajo de las fronteras en los acuíferos subterráneos.

La UNESCO considera, basándose en los datos de los que dispone, que hay suficiente agua dulce para satisfacer las necesidades de todos. Hasta aquí todo va bien, pero existe un problema que hace que la situación no sea tan halagüeña: los recursos hídricos no están equitativamente distribuidos y, a menudo, no son gestionados de manera adecuada. Hoy en día, son muchos los países que se enfrentan al terrible problema que supone la escasez de agua. En algunas zonas, la disponibilidad de agua dulce de buena calidad se ha reducido significativamente debido a la contaminación producida por los desechos generados por los humanos, la industria y la agricultura.

Y la situación, lejos de mejorar, empeora por momentos. Fiel reflejo de este hecho es la pérdida constante de recursos. La principal fuente de agua dulce renovable, los humedales de todo el mundo, se ha visto reducida a la mitad desde 1.900. Y eso sin contar con el impacto directo que el cambio climático tendrá en el suministro de agua dulce en muchas regiones. Sirva como ejemplo nuestra Región, amenazada por el avance de la desertificación, un fenómeno que afecta a más de 1.000 millones de personas, a un tercio de la superficie de España y a la práctica totalidad de la Región de Murcia (el 98% de nuestro suelo tiene un riesgo alto" o muy alto de desertificación). Por último, el incremento de la población mundial es otro factor que complica el abastecimiento de agua a todo el mundo.

Dado que todos los países tratarán de satisfacer sus necesidades de agua en un contexto de recursos hídricos limitados, sería lógico pensar en un futuro lleno de conflictos. Sin embargo, la historia nos ha enseñado que la cooperación y no el conflicto, es la respuesta más común frente a las cuestiones relacionadas con la gestión de los recursos hídricos transfronterizos. En este sentido, es importante seguir fomentando las oportunidades de cooperación que la gestión de los recursos hídricos transfronterizos puede proporcionar. Todos compartimos la responsabilidad de la gestión de los recursos hídricos transfronterizos para las generaciones actuales y futuras.

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