En el mes de agosto de 2011 tuve la oportunidad de visitar in situ los yacimientos de Atapuerca. La excavación a finales del siglo XIX de una trinchera en la ladera oeste de la sierra de Atapuerca para el paso de un ferrocarril minero prmitió el descubrimiento de algunos de los yacimientos más conocidos en la actualidad (cuevas de la Gran Dolina, la Galería y la Sima del Elefante).
El profundo tajo realizado en la sierra dejó al descubierto diferentes cavidades del karst, algunas totalmente colmatadas por sedimentos. Una parte de los yacimientos desapareció con esta monumental bra de ingeniería, pero gracias a ella conocemos hoy día unos yacimientos excepcionales que hubieran pasados inadvertidos para la ciencia.
El yacimiento de la Galería está situado en la trinchera del ferrocarril, fue el primer yacimiento excavado de forma sistemática de los de dentro de la trinchera. Se trata de una galería subterránea que se abre al exterior por una chimenea en forma de sima. La entrada parece que se encontraba en la zona izquierda, conocida como Covacha de los Zarpazos.
El hundimiento del techo de la galería fue lo que formó la chimenea convirtiéndose en una trampa natural donde caían numerosos animales, estos eran luego aprovechados por los humanos (probablemente los cazadores) y otros carnívoros.
Los depósitos de Galería abarcan una cronología de entre 200.000 y 400.000 años y se han identificado cinco fases sedimentarias, con presencia humana intensa en la tercera de ellas. En esta fase se han localizado hasta 13 suelos distintos de ocupación humana en los que se han hallado numerosas herramientas líticas del modo 2 (Achelense) con restos de ciervos, caballos, bisontes y rinocerontes. En los huesos de animales hallados hay marcas de dientes de osos, leones, zorros y linces.
También se ha encontrado un fragmento de cráneo perteneciente a Homo heidelbergensis.
El yacimiento de la Gran Dolina se ubica en el interior de la trinchera del ferrocarril y es el más conocido, no en vano en él aparecieron los primeros restos de la especie Homo antecessor, el último ancestro común del linaje que dio lugar a los neandertales por un lado, y el que culminó con nuestra especie. Tiene 18 metros de sedimentos que recorren una secuencia temporal que va desde hace un millón de años hasta hace 200.000 años.
En los niveles inferiores se han encontrado restos de animales carnívoros, como el tigre de dientes de sable y la hiena manchada (ambos en su registro más antiguo de Europa) así como una nueva especie de oso, antecesor del oso de la cavernas, que ha sido bautizado como Ursus dolinensis, en referencia a su lugar de descubrimiento. Se han encontrado útiles de piedra del modo 1 lítico al igual que en la base de la Sima del elefante con antigüedad de un millón de años.
En 1994 los restos de lo que se describiría después como una nueva especie humana, el Homo antecessor, uno de los pobladores más antiguos de Europa y proveniente de África. El estudio de los huesos de este hallazgo reveló huellas de cortes hechos por una herramienta humana, es decir, se determinó que estos antiguos habitantes de la Gran Dolina practicaban el canibalismo. El nivel siguiente muestra testimonio de la inversión magnética del campo terrestre que coincide con el conocido como límite de Matuyama-Brunhes y define la frontera entre el Pleistoceno Inferior y el Medio hace unos 780.000 años.
Se han seguido hallando restos de Homo antecessor que confirman la importancia y riqueza de este yacimiento. Se han descubierto nuevas especies de animales en sus sedimentos, tales como la especie de oso Ursus dolinensis y la musaraña Dolinasorex glyphodon.
El yacimiento de la Sima del Elefante sólo pudimos observarlo desde arriba y no desde la Trinchera del Ferrocarril, por estar trabajando en él. Constituye una galería kárstica de más de 15 metros de altura y 18 metros de anchura máxima. Es una cueva colmatada de sedimentos, que quedó descubierta cuando se hizo la trinchera a finales del siglo XIX, quedando afloramientos de sedimentos en ambas paredes, siendos los situados en la pared este sobre los que se desarrollan las investigaciones. Su nombre se debe a la aparición en 2001 de unos fósiles que fueron inicialmente atribuidos a elefantes, aunque investigaciones posteriores demostraron que pertenecían a rinocerontes. Sin embargo, en campañas posteriores se descubrió un astrágalo que sí pertenecía a un elefante, confirmándose la presencia de estos animales en sus depósitos fosilíferos.
Es el yacimiento de la trinchera que más tarde se ha empezado a excavar de una forma sistemática. Los 21 metros de potencia de sedimentos que tiene abarcan todo el periodo de ocupación humana de la sierra correspondiente al Pleistoceno. Sus niveles inferiores son los más antiguos de toda la sierra -están próximos al subcron paleomagnético Jaramillo-, y se encuentran situados incluso 3,5 metros por debajo del nivel actual de la trinchera, con una edad superior al millón de años (Pleistoceno Inferior). En estos niveles se han hallado restos de fauna acompañados de instrumentos líticos, demostrando la presencia de homínidos en una época anterior en la que vivió Homo antecessor de Gran Dolina (unos 780.000 años). Además, en algunos restos óseos de animales, se han encontrado marcas de corte producidas por el contacto del instrumento lítico y el huesos en el momento de la descarnación, por lo que se puede inferir ciertos aspectos de la alimentación de aquellos homínidos. Por otro lado, en los niveles superiores, han aparecido instrumentos líticos del tipo Musteriense o modo 3, asociados a neanderthales, junto con fósiles de caballos y ciervos.
En marzo de 2008 se dieron a conocer nuevos restos de Homo antecessor, hallados en este yacimiento; parte de una mandíbula de un individuo de unos 20 años y 32 herramientas de sílex de tipo olduvayense datados en 1,2 millones de años de antigüedad, mucho más antiguos que los restos originales de Gran Dolina, lo que hace retroceder considerablemente la presencia de homínidos en Europa.
La visita no incluye el yacimiento de la Sima de los Huesos, una pequeña cámara situada en la base de un pozo de 13 metros de profundidad que se halla en la parte más profunda de la cueva Cueva Mayor. En él se han encontrado una gran cantidad de huesos de animales y humanos. Los sedimentos de este lugar datan de hace más de 530.000 años, es decir del Pleistoceno medio, y están magníficamente conservados.
Lo que hace importante este yacimiento es la gran cantidad de restos humanos encontrados, más de 5.000 fósiles, que pertenecen a un grupo de unos 30 individuos de la especie Homo heidelbergensis (considerado el ancestro del Homo neanderthalensis) de todas las edades y sexos. Estos restos representan más del 90 % de los fósiles humanos recuperados para el Pleistoceno Medio de todo el mundo.
Aún así, la visita merece, y mucho, la pena. Reseñar las explicaciones de los guías que acompañan la visita. Didácticas y muy ilustrativas de lo que se está viendo.