Blogia
SÓLO CIENCIA

Viaje a Madrid

Viaje a Madrid

La entrega de premios de la IV Edición del Certamen "Seguridad y Educación en el entorno escolar", organizado por los Ministerios de Educación y de Interior sirvió para que el grupo de primero de Bachillerato de Investigación visitara la capital de España los pasados días 3 y 4 de noviembre de 2010.

La tempranera salida de Alcantarilla posibilitó que llegáramos a Madrid minutos después de las doce del mediodía, dirigiéndonos directamente al Museo Nacional de Ciencias Naturales de España. Tras realizar una breve visita a la Sala de Geología y contemplar la exposición de rocas, minerales y meteoritos, disfrutamos de la visita guiada a la exposición "Mediterráneo, naturaleza y civilización".

 La Cuenca Mediterránea es, en la actualidad, una de las zonas más ricas del planeta en biodiversidad y, a su vez, una de las más amenazadas. La exposición se nutre de algunos de los mejores ejemplares de las colecciones del Museo, que se muestran para explicar la biodiversidad terrestre y marítima, viva y fósil, de esta región, y se acompaña de dioramas que recrean los principales paisajes mediterráneos. Entre los ejemplares expuestos, merece especial atención el calamar gigante de 7 metros de longitud, hallado en la costa de Fuengirola (Málaga), perteneciente al género Architheuthis.

 

Image and video hosting by TinyPic 

 
También pudimos contemplar "El Real Gabinete". En él, dentro de un espacio arquitectónico moderno, se recrea el ambiente de un Gabinete de Curiosidades y se muestra la riqueza y variedad de las colecciones iniciales que posteriormente dieron lugar al actual Museo. La propuesta que se hace en esta exposición es un viaje fascinante a través del tiempo, descubriendo una gran variedad de animales, fósiles, minerales, libros antiguos, documentos y objetos preciosos que se guardan en sus colecciones.

 Image and video hosting by TinyPic
 
Finalizamos la mañana visitando "El Almacen visitable de Mamíferos y Aves", una magnífica exposición en la que se muestran cerca de 1000 aves y 200 mamíferos pertenecientes a las colecciones del Museo procedentes de los cinco continentes. A pesar de que alguno de ellos fueron naturalizados hace más de 150 años conservan plenamente su valor histórico y científico.

Llegaba la hora de comer. El bocadillo de las diez de la mañana en el área de servicio de la autovía formaba parte del pasado, y había que reponer fuerzas. Bajamos en autobús al Paseo del Prado y decidimos que el lugar idóneo para la comida era el Parque del Retiro. El tiempo estaba acompañando y hacía un día maravilloso. Antes de nuestra próxima parada cultural quedaba tiempo para disfrutar de este auténtico pulmón verde.

Image and video hosting by TinyPic

Teníamos programada la visita al Museo Nacional del Prado a las 16’30 horas. Minutos antes nos concentramos en la Puerta de Murillo para entrar a una de las pinacotecas más importantes del mundo, singularmente rica en cuadros de maestros europeos de los siglos XVI al XIX. Su principal atractivo radica en la amplia presencia de Velázquez, Goya, Tiziano y Rubens, de los que posee las mejores colecciones que existen a nivel mundial, a lo que hay que sumar las colecciones de autores tan importantes como El Greco, Murillo, José de Ribera, Zurbarán, Rafael, Veronese, Tintoretto, Van Dyck o El Bosco, por citar sólo los más relevantes.

Al igual que otros grandes museos europeos, como el Louvre de París y los Uffizi de Florencia, el Prado debe su origen a la afición coleccionista de las dinastías gobernantes a lo largo de varios siglos. Refleja los gustos personales de los reyes españoles y su red de alianzas y enemistades políticas, por lo que es una colección asimétrica, insuperable en determinados artistas y estilos, y débil en otros. Sólo desde el siglo XX se procura, con resultados desiguales, solventar las ausencias más notorias.

También pudimos contemplar la reciente ampliación de Rafael Moneo, que ha permitido que la selección expuesta crezca en un 50%, con unas 450 obras más. 

Image and video hosting by TinyPic

Caía la tarde sobre Madrid cuando salimos del Prado para dirigirnos al hotel dando un agradable paseo por las calles más céntricas de la capital. La Plaza de Cibeles, Carrera de San Jerónimo, donde tiene su sede el Congreso de Diputados, Puerta del Sol, Gran Vía, ... Al llegar nos esperaba el autobús para bajar el equipaje y ocupar nuestras habitaciones. Tiempo libre para ir de tiendas y cenar y a disfrutar de un merecido descanso.

Image and video hosting by TinyPic

Al día siguiente, tras desayunar, nos dirigimos a la Escuela Nacional de Protección Civil, donde efectivos de varios cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado (Guardia Civil, Policía Nacional, Unidad Militar de Emergencia) realizaron una demostración de actuaciones de prevención y actuación ante diversas emergencias.

Posteriormente, con presencia del Vicepresidente primero del gobierno y Ministro del Interior, D. Alfredo Pérez Rubalcaba, entre otras personalidades de los Ministerios de Interior y de Educación, se procedió a la entrega de los galardones correspondientes a la IV Edición del Certamen "Seguridad y Educación en el entorno escolar".

 Dichos premios, que tienen como finalidad premiar los trabajos o actividades escolares en el ámbito de la seguridad ciudadana, están dirigidos a centros escolares de Educación desde Infantil a Bachillerato y Formación Profesional. A esta convocatoria se presentaron 32 centros de toda España, siendo la primera vez que un centro educativo de la región, en este caso el IES “Alcántara” de Alcantarilla, recibe uno de estos galardones, en concreto un accésit en la modalidad de centros públicos de Educación Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional, por su proyecto "Tratamiento Global de la Seguridad".

El centro ha estado representado en el acto por su director, José Antonio Sabater Albertus, el coordinador del proyecto, Francisco Zamora García, el Jefe de Estudios, José María Olmos Nicolás, y el profesor del centro, Pedro Antonio Ríos Martínez.

¿Se nos olvida algo? Sí. También estuvo magníficamente representado por los veintinueve alumnos de primer curso de Bachillerato del programa experimental de Investigación, a los que sólo me queda felicitar por su magnífico comportamiento en todas las actividades llevadas a cabo esos dos días.

Espero que disfrutaran tanto del viaje como el que escribe este artículo. Sólo falta una cosa: que podamos repetir experiencias de este tipo más a menudo.

0 comentarios