Esa cosa llamada ciencia
Todos conocemos cosas del mundo y de nosotros mismos. Algunos conocimientos nos los han enseñado, otros los hemos ido adquiriendo con la experiencia. En algunos casos hemos tenido que estudiar, en otros han sido intuiciones que han surgido casi espontáneamente.
Aquellas cosas que conocemos por nuestra experiencia son el conocimiento común, el conocimiento “ordinario” que todos tenemos de las cosas (el cielo es azul, las cosas caen al suelo, las heridas cicatrizan).
Tenemos otros conocimientos que completan éstos y que son producto de un razonamiento diferente, son conocimientos científicos. Para saber por qué el cielo es azul, tenemos datos proporcionados por la astronomía (que nos habla del universo) y la óptica (que nos habla de la luz y de la visión). Para saber por qué las cosas caen al suelo disponemos de la ley de la gravedad, que ha sido estudiada por la física. Para saber cómo y por qué cicatrizan las heridas, tenemos datos de la biología y la medicina.
La Ciencia, en un sentido amplio, se refiere a un modo de conocimiento, pero no es el único modo posible de conocer. Sus características son las siguientes:
- Está formulada en un lenguaje preciso y riguroso (que es común a todos los científicos de una misma disciplina).
- Es un conjunto de enunciados acerca de algo, que se ordenan en un sistema.
- Se elabora de acuerdo con un método específico: el método científico.
- Elabora conocimientos que han de ser contrastables (debe haber algún modo de comprobar si lo que afirman sus enunciados es verdadero o falso).
- Es comunicable (afirma cosas que puedan compartir los demás científicos y, al hacerlo, están intentando decir algo sobre el mundo objetivamente).
- Es un proceso dinámico, histórico y siempre en revisión.
0 comentarios