Tipos de ciencias
No todas las ciencias son exactamente iguales, de ahí la dificultad de elaborar una definición de ciencia que valga para todas. Los distintos tipos de ciencias se distinguen por el objeto de estudio, el método que emplean, las teorías con que se aproximan a la investigación y los resultados que obtienen.
Las ciencias formales son aquellas que no pueden comprobarse experimentalmente en la realidad. Trabajan con conceptos abstractos como los números.
Las ciencias empíricas sí tienen un correlato real en el mundo. En ellas, el conocimiento proviene de fenómenos observables y capaces de ser evaluados por otros investigadores que trabajen bajo las mismas condiciones.
Las ciencias sociales estudian el comportamiento humano y las sociedades. En ellas no es posible utilizar método tan riguroso, los fenómenos son más difusos y el punto de vista cambia bastante.
Las ciencias naturales (física, química, biología) estudian fenómenos naturales, incluyendo la vida. Trabajan con el método científico y nos dicen cosas acerca del mundo desde un punto de vista riguroso y ateniéndose a los fenómenos dados.
Las ciencias formales, especialmente las matemáticas, resultan vital para las otras ciencias. De hecho, los grandes avances en las matemáticas generalmente han conducido a avances críticos en ciencias como la física o la biología. Ciertas herramientas matemáticas son indispensables para la formulación de hipótesis, teorías y leyes, tanto para descubrir como para describir cómo funcionan las cosas (ciencias naturales) y cómo es que la gente piensa y actúa (ciencias sociales).
Esta definición de ciencia a veces se dice que corresponde a la ciencia pura, para diferenciarla de la ciencia aplicada, que se refiere a la aplicación de la investigación científica ante necesidades humanas específicas.